El vendedor actual se
enfrenta a un gran mercado en donde los límites cada vez se hacen más
invisibles y el mercado potencial es de enorme amplitud. Como empresa o como
particulares todos somos en potencia clientes de algún vendedor que necesita y
debe colocar sus servicios y productos. A un vendedor sólo le pueden venir
impuestas ciertas limitaciones por alguna de las causas siguientes:
- Las
características estructurales de la entidad a la que pertenece o las
limitaciones como agente vendedor independiente.
- Las
prioridades de la entidad regente o las impuestas por él mismo.
- La
competencia que se encuentra en su entorno con respecto a su producto y
nicho de mercado.
- La
imagen que proyecta el vendedor de su organización o de su persona como
tal.
Estando así las cosas, la labor del vendedor no será tanto tratar de determinar
cuál es el mercado que desea atacar, como el de definir en su entorno aquellos
núcleos de clientes (nicho de mercado), cuya capacidad económica y objetivos
por alcanzar sean los más importantes para el vendedor.
Tipos de cliente y formas de tratarlos:
Una vez que hayamos
seleccionado nuestros clientes, el siguiente problema que se nos plantea es el
trato que debemos darles, no solo para establecer contactos comerciales con
ellos, sino para buscar la lealtad en su mayor grado (situación casi imposible
actualmente). En este sentido, tengo que manifestar que la diferencia la hará
el servicio al cliente que brinde nuestro vendedor.
No cabe duda de que a
todo el mundo le gusta que le traten a su manera y que el vendedor reconozca
estas cualidades (a veces cambiante bajo las mismas circunstancias). Y también
es indiscutible que el carácter difiere de una persona a otra considerablemente.
Algunos estudios
concluyen que cada cliente en sus relaciones personales y comerciales establece
un nivel de trato al que espera se acomode el vendedor de una manera consciente
e inconsciente. Si el vendedor las descubre, tiene grandes posibilidades de venderle.
Para conseguir esto
el vendedor necesita de:
1. La información
previa del cliente antes de hacer algún contacto.
2. Los rasgos físicos
y personales de su interlocutor.
3. Los datos que el
cliente proporcione durante la conversación y que no haya podido obtener por
medio del punto 1.
Información personal
a obtener de los clientes:
Es importantísimo
obtener el mayor número de datos personales relativos de nuestros clientes,
antes de visitarlos y prepararnos para la entrevista presencial. Esto nos facilitará
el que podamos ofrecer un trato lo suficientemente adecuado desde el mismo
momento de iniciar la relación.
Queda de más decir lo
agradecido que queda un cliente y halagado ante un vendedor que parece conocer
sus problemas e interesarse por ellos.
Recordemos que no
todos somos iguales, por eso hay que tener en cuenta los siguiente:
- Hay
clientes a los que les gusta “perder tiempo” hablando de otras cosas
distintas que la gestión comercial (costo de oportunidad del vendedor que
debe establecer un límite para esto).
- Clientes
interesados en conversar únicamente de negocios (¡cuidado con lo que se
habla de más!)
- Clientes
a quienes les gusta ser reconocidos por algún éxito anterior profesional o
personal.
- Hay
clientes que les gusta lo ceremonioso y distante, marcando su estatus
social.
- A
muchos clientes les gusta oír su nombre en todo momento de la conversación
y ni qué se diga al inicio de la misma.
- Clientes
que están dispuestos a hablar con vendedores de su misma profesión o grado
académico similar. Pero hay otros a los que no les gusta que el vendedor
tenga más títulos que él.
Para superar toda
esta gama de peculiaridades, el vendedor debe estar listo a indagar
previamente, al menos la información siguiente:
- ¿Qué
edad tiene el cliente?
- ¿Cuál
es su trabajo?
- ¿Dónde
vive?
- ¿A
qué familia pertenece?
- ¿Es
casado, con hijos?
- ¿Cuál
es su nivel de ingreso?
- ¿Tiene
alguna preferencia deportiva o política?
- ¿Cuáles
son sus aficiones?
- ¿Se
le conoce por algún hecho destacado?
- ¿A
qué clubes sociales pertenece?
- ¿Qué
educación y conocimientos posee?
- ¿Cuáles
son sus amistades?
Por supuesto que todas esta preguntas no van a poder ser contestadas por el
vendedor antes de mantener una relación con el cliente por cierto período. Pero
lo que sí es cierto es que cada vendedor debe conseguir la mayor cantidad de
información posible antes de aventurarse de ir a concertar y desarrollar una
cita con cualquier cliente.
Conociendo a
nuestros clientes a partir de sus rasgos físicos:
La segunda opción que
tiene el vendedor para conocer a su cliente es en el momento de la visita, por
medio del análisis de sus rasgos físicos; esta es una herramienta para poder
definir la posible personalidad. ¡Cuidado! Esta es una herramienta, no es una
receta de cocina. Esta herramienta sólo nos sirve de referencia y, por qué no,
hasta es divertido ver las congruencias.
Muchos autores que
investigan estos rasgos han hecho muchas clasificaciones, donde todos aportan
su buena intención; pero es función de vendedor darle su interpretación
correcta por medio de un minucioso análisis y seguimiento al cliente.
¿Cuán certero a la
realidad es este tipo de estudios basados en los rasgos? Los científicos del
comportamiento no han podido ponerse de acuerdo. Sin embargo, muchos vendedores
que tenemos tiempo ya de bregar por esta linda profesión, encontramos
fascinante el estudio de las características físicas del cliente, y cómo muchas
veces coincide lo que dicen los estudiosos con esa realidad.
Usted decide si lo
aplica o no. Pero sí es importante que el vendedor al menos conozca lo que se
dice al respecto.
En este artículo
vamos a destacar las características físicas y no le vamos a poner nombre, ya
que para efecto práctico es lo que necesita el vendedor.
Tipo 1:
Rasgo físicos dominantes
|
Temperamento
|
Trato
|
·
Corpulento y
gordo.
·
Cabeza gruesa.
·
Calva y sienes
despejadas
·
Cuello corto.
|
·
Extrovertido.
·
Cambio brusco
carácter.
·
Conversación
fluida.
|
·
Argumentar breve y
sugestivamente.
·
Ser tenaz en la
conversación.
Mantener su interés siempre y/o vigilar de no perderlo.
·
No cortar
bruscamente su locuacidad.
|
Este tipo de cliente
es jovial; es el que todos los vendedores desean tener en sus entrevistas. Son
cordiales y abiertos y dan la sensación de que son “fáciles”. Sin embargo, esta
característica la ejercen con todo mundo, por lo que se vuelvan personas que no
son muy confiables.
Es el tipo de persona
que acompaña al vendedor hasta la puerta, pero éste no consiguió venderle nada
y, tal vez peor, ocupó mucho tiempo en él sin ningún resultado positivo, o sea,
sin vender.
Constantemente
promete que va a comprar, pero dice que exactamente “en este momento” le es
imposible (por la competencia, tiempo, compromisos, etcétera ).
Su notable locuacidad
hace perder mucho tiempo, que es el elemento más crítico de todo vendedor. Este
cliente se distrae constantemente, habla de los temas más variados, le cuesta
centrarse en la entrevista e incluso se vuelve el que tiene el control de la
entrevista.
Tipo 2:
Rasgo físicos dominantes
|
Temperamento
|
Trato
|
·
Cuerpo largo y cabeza pequeña.
·
Parece ser más alto de lo que realmente es
·
Nariz alargada.
|
·
Introvertido.
·
Sus sentimientos interiores poco los expresa.
·
Es muy fiel.
·
Es frío
|
· Utilizar las preguntas como arma
principal para involucrarlo en la negociación.
· Halagar su reserva, pero pedirle
su opinión.
· Argumentar de forma razonada.
· Utilizar pruebas de los
servicios/productos ofrecidos.
|
Este personaje silencioso utiliza esto como su principal arma contra el
vendedor. El vendedor que pretenda cerrar una venta con hablar y hablar, lo que
busca en realidad en un rotundo “NO” al final. Su racionalidad le
permite ir analizando a lo largo de la entrevista todos los factores, y hasta
que no haya comprendido en su totalidad el producto y sus beneficios, no dará
señales de interés. Por eso, es
importante involucrarlo con preguntas y argumentos bien razonados y verídicos,
para hacerlo tomar una decisión de la cual no se retractará.
Tipo 3:
Rasgo físicos dominantes
|
Temperamento
|
Trato
|
·
Fuerte y
musculoso.
·
Mandíbula
cuadrada.
·
Tórax amplio.
|
·
Pacífico pero con condición
para cambiar drásticamente de energía.
·
Emocionalmente inestable.
·
Dominante.
·
Lento para
entender
|
· La iniciativa tiene que ser de él.
· Solicitar su opinión.
· No responder agresivamente.
· Ser realista en la argumentación
|
Es deportista; le
gusta dominar la conversación y la situación. El vendedor debe dejarle con esta
ilusión pero no dejarse dominar en grado extremo que le llame la atención al
mismo cliente; a él le gusta la competencia y desea un contrincante.
Su principal problema
es su fácil irritabilidad, en donde es importante sobre todas las cosas no
contestar de la misma forma, sino dejar que este momento pase y su racionalidad
le permita volver al curso normal de la entrevista.
Tipo 4:
Rasgo físicos dominantes
|
Temperamento
|
Trato
|
·
Nariz pequeña y
ojos grandes.
·
Tendencia a
atleta.
·
Es lento y su piel
da la sensación de “pegajoso”.
|
·
Minucioso.
·
Lento pero se fija
mucho en los detalles.
·
Le cuesta
expresarse.
·
Aplaza
constantemente la decisión.
|
· Ser paciente.
· Hablar con lentitud
· Argumentar. completa y prolijamente.
· Repetir cuantas veces sea necesario.
|
Recuerde, entre más
conozca a su cliente, el servicio será mejor y más rápido llegará al cierre de
la venta.