El momento de la llegada al
salón por parte del cliente, será el apropiado para dar una buena acogida a
este, ya que depende en gran parte de este, su opinión con relación al
servicio. Es el momento oportuno para aplicar las normas de cortesía, saludando
de acuerdo a la hora del día, las frases adecuadas para darle la bienvenida. Se
solicitarán los datos requeridos para pasar al salón:
-
Cuando la entrada es libre.
- Cuando sea solo para huéspedes
- Cuando sea por reservaciones
Cuando tengamos el segundo
caso, debemos extremar las medidas para que el cliente no se disguste, daremos
una explicación con cortesía y clara para evitar malos entendidos.
Y en el tercer caso, se le
explicará las características del establecimiento y si pudiéramos
ayudarlo para una próxima visita, hacerlo, esto lo agradecerá el cliente
y no se molestará por haber perdido el viaje.
En caso de que un cliente
llegue y no se tengan capacidades en esos momentos, aprovecharemos el bar para
pasarlo mientras espera por su mesa. Podemos aprovechar esta oportunidad para
darle la carta para que vaya seleccionando su menú, para a la hora de pasar al
salón todo estará dispuesto.
Al llamar al cliente se debe
hacer por su nombre, en caso de tener
algún titulo o grado se hará por este, al cliente le gusta sentirse
importante y agradece este gesto.
Debemos ir delante de la
partida, si existieran cuadros o figuras del cual él o ellos se interesen, se
le debe hacer una ligera explicación,
así como del establecimiento si lo solicitaran.
Cuando el Maître o Jefe de
salón llega a la mesa, los demás integrantes de la brigada ayudarán a sentar a
las personas, dando prioridad a los niños, ancianos, señoras y por último a los
caballeros.
En el caso de un señor que
desee acomodar a su dama, debe dejárselo hacer ya que desea utilizar esa
cortesía con su acompañante. Ya todos sentados a la mesa, el capitán entregará
las cartas, dando una a cada cliente, empezando por las damas.
Existen establecimientos en
que la carta para las damas no tendrán precios, es algo bonito y sutil, no se
sentirá apenada al solicitar cualquier alimento, pues no está el precio a
la vista de ella.
Es aquí cuando el Maître,
Jefe de Salón o Capitán, aprovecharán para brindar algún trago aperitivo o
refrescante del bar, comenzará por las damas, después para los
caballeros. De igual forma también es el momento en que se puede aprovechar
para hacerle alguna sugerencia sobre algún manjar específico, de interés para
la casa o el Chef. No se dejará al cliente en ningún momento abandonado, se le atenderá
ante cualquier reclamo y también se le preguntará sobre los alimentos servidos.
A la hora de despedirlo no
debe dejar de observar ningún detalle, si tuviera flores a la salida
obsequiar a las damas con ellas, si tiene caramelos lo podrá
obsequiar a los niños o caballeros, trate de ser cortés como al principio, todo
buen profesional lo es.
Cuando se retira el cliente,
debe observarse la mesa y sillas rápidamente para ver si ha olvidado algún
objeto y devolvérselo de inmediato.
Tanto al recibir, conducir,
acomodar y despedir a un cliente debe hacerlo pensando en el retorno de ese
cliente al restaurant.