La caída y el auge de la planificación estratégica

La planificación estratégica, tal y como se ha realizado hasta ahora, ha resultado ser en la práctica programación estratégica, lo que ha llevado a muchos directivos a cometer grandes errores: se ha confundido la programación estratégica con el pensamiento estratégico.


La planificación estratégica se relaciona con el análisis, mientras que el pensamiento estratégico se relaciona con la síntesis. El desarrollar una planificación estratégica requiere algo más que una simple síntesis; es preciso apoyar el aprendizaje informal que produce nuevas categorías y nuevas perspectivas.

El fallo de la planificación ha consistido en extrapolar del pasado estrategias ya existentes, desalentando los cambios organizativos serios, que son los que producen auténticas estrategias.

El declive de la planificación estratégica se puede achacar al choque entre dos estilos de dirección. La planificación estratégica representa un estilo calculador frente al estilo comprometido, pero ninguna estrategia será viable sin el compromiso de las personas que pueden hacer posible su realización.

El gran error de la planificación estratégica ha sido considerar que, como el análisis abarca la síntesis, la planificación estratégica es elaboración de estrategia. Este error se puede subdividir en tres consideraciones erróneas.

La creencia en la posibilidad de la predicción. Para una organización que se relaciona con un entorno cambiante e imprevisible, la predicción de discontinuidades, como puede ser un incremento de precios, es prácticamente imposible. Aunque esto no niega con rotundidad la posibilidad de una cierta intuición.

Separación entre estrategias y estrategas. Se intenta hacernos creer que los sistemas piensan, por lo que las estrategias se deben separar de las operaciones o tácticas, la formulación de la implantación, los pensadores de los realizadores y los estrategas del control de sus estrategias.

Se trata de una idea errónea: los sistemas nunca han sido capaces de reproducir la síntesis del pensamiento de un ser humano. La elaboración de estrategias es un proceso inmensamente complejo que envuelve elementos inconscientes del pensamiento humano. Una estrategia puede ser deliberada, pero también puede desarrollarse imprevisiblemente sin ningún tipo de intención consciente.

Formalización del proceso de elaboración de estrategias. La elaboración de estrategias es un proceso de aprendizaje que se dirige en otra dirección: pensamos para actuar, pero también podemos actuar para pensar. Ésta es la esencia de la elaboración de estrategias como un proceso de aprendizaje.

Los procedimientos formales nunca podrán prever discontinuidades o crear nuevas estrategias. La planificación estratégica no nos suministra nuevas estrategias; por el contrario, no puede proceder sin su existencia previa. La denominación de planificación estratégica es errónea; lo que conocemos como tal debería haberse denominado programación estratégica.

Además de los tres errores mencionados, se ha de tener en cuenta que planificadores y directivos desarrollan roles diferentes en una organización. Los directivos tienen a su alcance información crítica de la que no disponen los planificadores, y tienden a favorecer la acción sobre la reflexión, lo que puede hacer que pasen por alto información analítica importante; los planificadores, por le contrario, tienden al análisis.

Tanto unos como otros se complementan; el análisis no puede crear estrategias pero sí puede desarrollarlas. La planificación no puede generar estrategias, pero suministrándole estrategias viables puede programarlas y hacerlas operativas.

La programación estratégica implica tres pasos: codificación, elaboración y conversión en estrategias.

La codificación significa clarificar y expresar estrategias en términos lo suficientemente nítidos para hacerlas formalmente operativas, de modo que sus consecuencias se prevean al detalle. La elaboración significa descomponer las estrategias codificadas en subestrategias y programas ad hoc, especificando lo que se debe hacer para realizar cada estrategia. La conversión significa considerar los efectos de los cambios en las operaciones de la compañía.