El plan de negocios del restaurante: apuntes para emprendedores

Allí  donde  los  otros  ven  crisis,  nosotros  vemos oportunidades,  allí  donde  otros  ven  negocios  que  terminan  nosotros  vemos  nuevos negocios emergentes”
Soñar no cuesta nada: saber despertar es la cuestión.

La crisis nos afecta a todos y en todos los sentidos: económico, social y psicológico; y es que cuando carecemos de algo material se acentúan las necesidades espirituales y se produce una confrontación entre el deseo y el poder. Es precisamente este divorcio, entre lo que se puede y lo que se quiere hacer, la causa para que surjan algunas ideas, algo así como que entramos en una fase de sueño en el que la realidad nos hace despertar de golpe.

No es menos cierto que grandes negocios han nacido de una idea que otros consideraron imposible de materializar, como, de igual manera, muchos hombres han perdido grandes recursos con ideas que otros creyeron posible, y, es que, aunque parezca una paradoja, no hace falta tener mucho dinero para poner en práctica la solución a una necesidad humana identificada, si se cuenta con los recursos básicos para darle respuesta.
El falso concepto de que mientras más se invierta financieramente garantizará el éxito del negocio es un mito, si señor, se lo digo, es un mito. El capital que se aporta al negocio, quizás no sea mucho, pero bien invertido y conjugado con la capacidad creadora de sus propietarios serán los mejores recursos para que lo que era un sueño se convierta en realidad y esa pequeña empresa crezca.
No mire lo que es capaz de hacer su vecino, miré lo que usted puede hacer.
Le anticipo que el mayor problema al que usted se enfrentará, si en realidad quiere poner en práctica su idea, va a ser el poder determinar que ella es posible. Sepa que son muchos los restaurantes que fracasan, incluso liderados por empresarios con experiencia, y no es precisamente por la falta de recursos, sino por la falta de estudios que permitan evaluar la potencialidad del mismo.
Antes de invertir su tiempo y dinero es preciso que usted esté conciente de cuáles son sus limitaciones. Si usted es capaz de identificar las áreas en las que requiere de la asesoría de especialistas no vacile en solicitar ayuda. Usted no tiene porque ser un experto en realizar estudios de factibilidad, sobre todo por su grado de complejidad.
Pero si lo anterior es importante, lo pondré a prueba. No solo basta con estar convencido de que los cálculos que se desprenden de un estudio, como el que le mencioné anteriormente, sean positivos, sino que el primer gran momento y, a mi modo de ver, el que desenlaza la trama de esta aventura, va a estar condicionado por la respuesta que usted proporcione a las siguientes preguntas, y que de algún modo abarcan las dimensiones, físicas – psicológicas y profesionales, sin un orden establecido:
  • ¿Estaría dispuesto a perder sus ahorros? 
  • ¿Tiene fuerza de voluntad y autodisciplina? 
  • ¿Se adapta a los cambios de situaciones?
  • ¿Acepta consejos de otros? 
  • ¿Está preparado para bajar su estándar de vida por varios meses o años? 
  • ¿Le gusta trabajar con el público?
  • ¿Le gusta tomar sus propias decisiones?
  • ¿Planea con anticipación y consigue hacer las cosas a tiempo?
  • ¿Confiaría la administración de su negocio a otros?
  • ¿Estaría dispuesto a perder sus ahorros? 
Nótese que la primera y última pregunta es la misma, y ha sido intencional, porque el primer gran riesgo que se corre al tratar de poner en práctica la idea de abrir o expandir un negocio, que por supuesto demanda de recursos financieros, es la de que el negocio no tenga la respuesta del público que usted esperaba y consecuentemente esos recursos financieros se pierdan. Pero seamos positivos y pensemos siempre, que si actuamos como corresponde y transitamos por cada una de las etapas que requiere la apertura de un negocio, en el orden establecido y con la cautela necesaria, nuestros propósitos se cumplirán.
Y quizás a usted, esto le parezca pura palabrería o un acto para impulsarlo a contratar servicios de consultores o la dependencia a un estudio; porque, como yo, puede haber conocido personas que sin la preparación necesaria han abierto establecimientos que han tenido un gran éxito. Debo reconocer que eso ha ocurrido y tengo que reconocer, también, que son personas que poseen una habilidad nata para los negocios; pero lamentablemente son de mil casos muy pocos, y lo cierto es que la media no es así; por tanto, mi consejo radica en que no mire lo que es capaz de hacer su vecino, sino que mire lo que usted es capaz de hacer.
No hacen falta moldes nuevos para crear en moldes viejos algo nuevo.
No basta sólo con tener la idea y los recursos financieros. Muchos emprendedores han fracasado precisamente por creer que con dineros lo tienen resuelto todo. Y es lógico que esto ocurra, porque las personas que piensan así, más que motivados por una idea están motivadas por un enriquecimiento mal fundado. Es normal que toda persona que pretenda abrir un negocio piense en los beneficios que recibirá cuando esté operando, pero para ello debe tener bien claro dónde, cómo, cuándo, y quién garantizará que esto ocurra.
No importa la dimensión o tamaño de la empresa que se quiera construir o expandir, ese viene a ser el menor de los problemas. Hay que saber identificar necesidades, descubrir carencias o problemas que no son resueltos o proponer productos y/o servicios que provocarán la curiosidad y luego el deleite de quienes lo vayan a consumir.
He conocido amas de casas que tienen gran habilidad en la cocina, pero sin la formación profesional y chefs formados en grandes escuelas; las primeras han tenido un éxito rotundo en sus pequeños negocios, mientras que los segundos repletos de habilidades no lo han conseguido. ¿Y por qué ocurre esto?
Son muchas las respuestas que puedan generarse de tan simple pregunta, pero ofreceré la que en mi opinión viene a ser la más cercana a lo que expongo: Las primeras ofrecen un servicio o producto autentico, único, matizado por ciertas características que no pueden encontrarse en otros establecimientos (una salsa, un color, un sabor diferente), mientras que los segundos sólo reproducen lo que han aprendido y que se ofrece en diferentes proporciones y precios en cualquier otro establecimiento. De ahí mi mensaje: No hacen falta moldes nuevos para crear en moldes viejos algo nuevo.
El punto de partida
Si ya usted está convencido de que quiere poner en práctica su idea, porque ha podido percibir esa necesidad y sabe que puede satisfacerla, o porque ha comprendido que su producto y/o servicio es diferente a los que se pueden encontrar en el mercado y requiere del apoyo de agentes externos, entonces el primer paso será documentar su idea con toda la información pertinente, que más que un informe debe convertirse en una fotografía del futuro.
En este informe que debe caracterizarse por contener toda aquella información que se espera conocer, debe estar redactado de una manera simple y clara que permita ser interpretado fácilmente, empleando un vocabulario preciso, carente de jergas y de conceptos muy técnicos y donde las tablas y cifras que se muestren sean de fácil comprensión. En cuanto a su extensión se recomienda que sea breve (unas 30 páginas máximas), de fácil lectura, con un tamaño de letra igual o superior a los 11 puntos, interlineado de 1.5 cm en adelante  y con márgenes iguales o superior a los 2.5 cm. 
Para que el lector de su propuesta, que bien puede ser un inversor o un departamento de licencias, pueda comprender la naturaleza de su propuesta, usted debe trabajar en lo relativo al nombre de ese producto o servicio que está presentando, el cual debe ser descriptivo, original, atractivo y agradable al oído, quiero decir usted debe comenzar a trabajar por lo que será la marca que lo identifique.
El Plan de Negocios. Mil maneras y un objetivo
El Plan de Negocios se ha convertido en un instrumento imprescindible, tanto para personas que inician su vida en la administración de negocios, como para aquellos que ya tienen cierta experiencia. Su principal objetivo es el de volcar sobre un documento toda la información necesaria que muestre la viabilidad de lo que se pretende hacer, permitiendo reducir la incertidumbre que este acto genera y evaluar todos aquellos factores y riesgos que tienen incidencia en la materialización de la idea.
En la literatura, digital o impresa, sobre el tema usted podrá encontrar que existen diferentes modelos para la redacción de este documento. De este modo se percatará de que hay autores que consideran que la presentación del empresario (su formación y experiencia profesional) tienen un peso importante a la hora de evaluar la idea; otros incluyen en su formato la presentación de la Misión; algunos consideran que debe ser expuesto el  plan de Marketing y el ambiente en el que se desarrollará el negocio, pero en esencia, todos siguen los mismos pasos. 
Usted, necesariamente, no tiene por que seguir un modelo específico como si fuera una guía inamovible, al contrario su plan de negocios puede enriquecerlo con  lo que considere positivo de cada uno de los que haya podido estudiar; eso sí, respetando siempre esas características a las que hicimos referencias, y no por capricho, sino porque teóricamente está demostrado que el impacto psicológico de un documento de grandes proporciones, con informaciones difíciles de interpretar, pero que, además, no muestren la información sobre lo que se necesita y lo que se obtendrá,  generalmente no son estudiados en su totalidad y por tanto no cumplen su función de describir cómo conseguir los objetivos propuestos y ofrecer una idea de cómo será el futuro financiero de la empresa al corto y largo plazo.
Algo importante
Antes de describir la estructura básica de un plan de negocios, me gustaría señalarle otras cuestiones que a mi modo de ver son imprescindibles para el desarrollo de una idea de negocio o ya en el proceso de operaciones. Si no se toman en consideración puede que todo el tiempo que se haya empleado en la redacción de este documento haya sido en vano y usted haya invertido tiempo y recursos sin un resultado.
Teniendo en cuenta el alcance de esta revista hablaré de forma general de aquellas cuestiones que deben ser de su dominio, de tal modo, que pueda servir para ser analizado en cualquier país, dado a que cada uno establece sus propios requisitos:
Marco Legal: estudiar todas aquellas leyes que se establecen para la apertura y operaciones de un negocio. Por ejemplo: edad del empresario, formación, permisos de residencia para los no nacionales, formas de contratación. etc.
Licencias y registros: algunos países exigen que sea requisito para la apertura de un negocio contar con las licencias medioambientales, sanitarias, constructivas, en dependencia del caso.
Financieras: respaldo financiero (ya sea del banco o de otra persona)
Seguros y fianzas2: contar con un plan de seguros que lo proteja de pérdidas imprevistas, entre los cuales se pueden relacionar:
  • Contra pérdida de ingresos por causa de incendios y otras catástrofes.
  • Robo de mercancías y dinero en efectivo.
  • Fraude de dinero falsificado, cheques, hurto, y tarjetas de crédito robadas.
  • Fianza - Seguro contra robo por los empleados (Fidelity bonding).
  • Seguro de compensación a los empleados por accidentes lesiones ocurridas en el trabajo (worker’s compensation).
  • Seguro de protección al público por accidentes que ocurran dentro de la propiedad del restaurante por lesiones causadas por los alimentos.
  • Seguro de Vida—cobertura para el dueño y los empleados.
  • Seguro por la interrupción del negocio.
  • Seguro por Negligencia—cobertura para el dueño contra la demanda de los clientes que sufren daños por resultado de los servicios.
  • Seguros contra descuidos y errores—cobertura para el restaurante contra la demanda de los clientes que sufren lesiones o pérdidas por errores cometidos
Impuestos: dominar las normas sobre la declaración de la renta y los pagos de deudas
Normas: normas de servicio, horarios, alimentos, etc.
Tipos de planes de negocios:
De forma general les he expuesto algunas consideraciones sobre el plan de negocios. No obstante, es importante dejar claro que este tipo de documento, en correspondencia con el alcance y propósito que se persiga va a cumplir diferentes objetivos y por tanto su estrategia o presentación va a estar definida por éstos. De este modo usted puede encontrar:
  • El plan de negocios para un nuevo producto o servicio, cuyo objetivo fundamental va a ser la penetra ración del mercado.
  • El plan de negocios para la creación de una nueva empresa: persigue como objetivo atraer Socios.
  • El plan de negocio de monitoreo: su principal objetivo es penetrar el mercado y aumentar la rentabilidad del negocio.
  • Plan de negocios para la venta del negocio o de la empresa: se enfoca en valuar a la organización.
Confección del plan de negocios:
Ya hablamos que existen diversos modelos de Plan de Negocios y que también existen diferentes tipos de planes de negocios en correspondencia con el objetivo que se persiga. De forma general este tipo de documento, independientemente del modelo que se adopte, debe seguir una estructura lógica, coherente, que permita comprender lo que se desea y cómo se puede obtener, además de lo que representará en el future.
Dentro de la diversidad de modelos que se pueden encontrar en la literatura, me ha resultado atractivo un me ha resultado atractivo y es el que les propongo, en primer lugar por las características de nuestro sector.
Su estructura puede responder a la siguiente (Adáptese al tipo de negocio que se presenta):
1. Página de Cubierta .
2.
Índice: refiere a la ubicación de los epígrafes dentro del Documento.
3. Resumen Ejecutivo: en él se expone de forma breve todos aquellos aspectos claves del Plan de Negocio a fin de captar el Interés del directivo o del inversionista potencial.
4. Descripción del negocio: tipo de empresa y tipo de propiedad.
a. Localización: dónde estará ubicado y por qué.
b. Capital: monto necesario y formas de financiamiento para llevar a vías de hecho el proyecto.
c. Concepto comercial: descripción de servicios, precios, planos del local.
d. Equipo de dirección: propietarios, estructura de la empresa.
5. Análisis del mercado: definición del público objetivo, competidores, proveedores, oportunidades, amenazas, etc.
6. Estrategias de comercialización: formas en que se emplearán para garantizar clientes y fidelizarlos:
a. Promoción.
b. Segmentación.
c. Relaciones públicas.
d. Publicidad.
7. Operacionalidad:
a. Personal a emplear.
b. Horarios de servicios.
c. Formas de cobro.
d. Sistema contable o de registro de las operaciones.
e. Tecnología a emplear.
f. Manuales y procedimientos control (fichas técnicas, manuales de calidad, higiene, etc.).
g. Presupuestos (por partidas).
h. Proyecciones de ingresos y gastos.
8. Anexos: todos aquellos que formen parte de la información ofrecida (debe ser presentados de forma sencilla para que se puedan interpretar adecuadamente por inversionistas potenciales que no dominen el funcionamiento del negocio).
a. Gráficos.
b. Tablas.
c. Imágenes.
Dentro del contenido del plan de negocios es importante que se muestren los riesgos que puedan generarse y los planes de contingencia.
Estimado empresario:
Como siempre, recalco que lo aquí expuesto es mi criterio, el cual con mucho gusto comparto con usted. Yo solo le ofrezco ideas para que pueda analizar sus ideas y pueda descomponerla en partes e identificar riesgos y disminuirlos, oportunidades y aprovecharlas, recursos humanos, materiales y financieros necesarios para que pueda planearlos, pero el camino lo escoge usted.